martes, 2 de junio de 2009

Apenas unos segundos

Acababa de despertar, el suave roce de las sabanas era una caricia en mi piel, me encogí un poco y me recreé en el tacto. La temperatura era fresca y una ligera brisa entraba a través de la ventana, sonreí mientras me giraba y entonces recordé.

1 comentario:

  1. Esa es una de las sensaciones que yo defino como una pieza de felicidad ;)

    Por eso me encanta remolonear por las mañanas.

    Espero que estés bien.

    Un besito,
    Mun

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