jueves, 31 de diciembre de 2009

Fría tormenta

Un año mas? Un día mas? Que mas da. Una lágrima mas.
A ti no te importa por qué lloro y a mi no me importa por qué ríes. Me escondo en tus ojos azules mientras te deslizo el vestido intentando convencerme de que esto es lo que quiero. Te susurro al oído lo que creo que quieres oír y dejo que me desnudes para que no veas nada. Nuestros cuerpos se unen mientras yo viajo miles de kilómetros para volverme a hacer esas preguntas a las que renuncie a buscar respuesta. Tras la tormenta, te abrazo sin sentir tu piel, reprimiendo recuerdos que intentan salir de mi corazón desgarrándolo. Vuelvo a susurrar una mentira que no necesitas cuando cierras los ojos. Observo tu cabeza sobre mi pecho mientras duermes y esa lágrima furtiva se me escapa entre tu pelo.
Tengo que irme.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Nieva

Un copo de nieve a caído en mi ventana, manteniendo su belleza apenas un segundo antes de fundirse y resbalar por el alféizar, como una gota de agua, ensuciándose, hasta caer al suelo.Como yo. Cuando caigo en esas camas, en las que nunca estas tú.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Mas de lo mismo

Ese sabor acre, tan familiar, en la saliva,
la opresión en el pecho abrumadora,
el cuerpo, sin fuerza, desmadejado,
las lágrimas que no alcanzan la salida,
esas ideas que se repiten cada tanto,
el deseo de dormir durante días,
la negación irracional de lo sabido,
esa necesidad de soledad y silencio,
el desencanto reflejado en la mirada,
la voz escondida en la garganta,
el orgullo que no inflama casi nada,
la voluntad como ultima esperanza.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Oasis

Tus fríos labios en mi cuello
me hacen olvidar que no te amo,
Sometiéndome a un deseo frenético,
una intensidad casi perdida.
Apago mi sed en la voluptuosidad de tu boca,
bebiendo arena de este espejismo.
Impaciente, embriagado,
escapando hacia delante no se bien de qué.
Esperando que cuando acabe
puedas seguir tu camino.

martes, 8 de diciembre de 2009

Me estaís jodiendo la vida

Amo con la inocencia del que nunca lo ha hecho y la rabia del que lo ha perdido todo. Lloro cuando me viene en gana sin miedo al ridículo. Tiemblo ante la carcajada del que lo tiene tan claro. Parto mis nudillos contra la pared de la desazón volviendo en mi, siempre tarde, en el momento justo. Me asquea la debilidad que asumo, aunque sepa que me hace mejor. No odio por no desperdiciar el tiempo. Tiro los ases al suelo para ser derrotado en el juego en el que ganar es tan absurdo como no intentarlo. Sueño con una gloria que se presenta tan alcanzable como vacía. Me oculto en la desidia mientras la justifico para no caer. Siento que podría ser el único cuando me siento solo.
Y a pesar de todo os necesito.